
Problemas del bici taxi en diferentes ciudades
Proclamado por muchos como un medio de transporte alternativo, los bicitaxis han sido motivo de discusión en la capital desde el momento en que empezaron a circular por las calles. Aunque ya ha pasado más de un año desde que el Concejo de Bogotá negó su libre circulación, se pueden ver estos ‘caballitos de acero’ por algunos sectores ofreciendo su servicio a particulares.
Uno de los sectores donde aún se pueden ver bicitaxis es por el Prado Veraniego, en el norte de Bogotá. Tanto jóvenes como personas mayores hacen uso de este servicio, ya sea para poder regresar a sus hogares o también para llegar a la estación de Transmilenio, o simplemente porque les da pereza ‘pegarse la caminada’.
“El problema es que uno no vive cerca a Transmilenio y perdería mucho tiempo si me fuera a pie hasta la estación. Los bicitaxis han permitido ahorrarme la caminada y de paso ganar unos cuantos segundos muy valiosos para llegar adonde vaya” dice Juan Durán, estudiante universitario que ve con buenos ojos la labor que cumple este medio de transporte.
Los conductores de los bicitaxis se han mostrado muy inconformes con la constante negativa de la Alcaldía Mayor de Bogotá para dejarlos ejercer esta labor oficialmente: “es un medio que no contamina, accesible para todas las personas y además es una fuente de ingresos para gente como nosotros que no tenemos empleos fijos y dependemos del rebusque”, comenta Rodrigo Camacho, conductor de bicitaxi en la zona del Prado.
No obstante, para la Alcaldía y la Secretaría de Tránsito el uso de estos vehículos como un servicio público es algo que pone en riesgo la seguridad de los pasajeros al igual que la del conductor. Según el comunicado oficial que emitió el Ministerio de Transporte, estos vehículos carecen de los elementos para brindar suficiente seguridad para movilizar pasajeros, afirmando que el riesgo de accidentalidad es evidente por el diseño del bicitaxi.
Así mismo, se argumenta que no es posible autorizar un servicio que no ha sido diseñado para el transporte público (infraestructura, requisitos técnicos).
Ante la ilegalidad de este servicio otro de los problemas que se podría generar es el de inseguridad, dado que al no tener un registro de matrícula de los bicitaxis que circulan en las calles algunos podrían aprovecharse para cometer delitos como hurto, abuso sexual, entre otros.
Es por esto que la Secretaría de Tránsito ha invitado a la ciudadanía a que tome consciencia de los riesgos que corren al montarse a los bicitaxis, y en vez de seguir utilizándolos, hagan conocer a esta entidad si su barrio tiene problemas de transporte público, para que ellos sean los encargados de solucionarlo y así evitar que siga creciendo el número de vehículos de este tipo.
Otro de los servicios que se ha implementado para contrarrestar el aumento de bicitaxis en la ciudad ha sido el uso de los taxis como especie de rutas en barrios en los que no llega el servicio de Transmilenio ni los alimentadores. Consiste en recorridos que hacen los vehículos amarillos por los principales conjuntos de los sectores y su precio está entre los 500 y 1000 pesos dependiendo del lugar al que se vaya. Por medio de planillas se toma registro de los taxis que salen de un parqueadero (en el caso del Prado) con un cupo máximo de cinco personas.
La Secretaría de Tránsito ha retirado gran parte de los bicitaxis en la ciudad. Antes, las personas podían contar con este servicio a la altura de la calle 85 y lo movilizaban desde la autopista norte hasta la avenida 15. También se podían tomar en el Portal del Norte y hacían el mismo recorrido de los alimentadores, especialmente para el barrio San José de Bavaria. En muchos casos la gente prefería montarse a los ‘caballitos de acero’ por evitar el sobrecupo de los alimentadores en las horas ‘Pico’, dado que en muchos casos fueron víctimas de hurto por la gran cantidad de gente que aborda los buses verdes.
Entre las sanciones que se han establecido para los que presten el servicio está la inmovilización del vehículo y multas que van desde uno hasta dos mil salarios mínimos mensuales vigentes.
El debate de los bicitaxis parece cerrado y no tener marcha atrás para la Alcaldía y la Secretaría de Transito. No obstante, algunos ciudadanos apoyan esta labor no sólo por tener otra alternativa de movilizarse sino por ser una forma de trabajo que podría ayudar a muchos.
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